A través de los años en los que he dedicado mi tiempo a guiar clases de yoga, me he enfrentado a un tema bastante incómodo y controversial.

Este tema pone a todes los que prestamos este servicio en una situación vulnerable, y de alguna forma lastima nuestra sensación de valor y respeto hacia lo que hacemos.

Me refiero a las clases de yoga gratis.

Come te estaba platicando arriba he tenido diferentes situaciones y te enlisto algunas que quizá te hayan sucedido a ti también:

• Te han pedido clases muestra en una shala al pedir trabajo?

• Te han pedido clases muestra algún alumno nuevo que va a tu clase?

• Tienes un shala y la gente pide clase muestra para saber si les gusta el yoga y/o el maestro?

• O tal vez se sienten intitulados a una clase gratis solo para ver si les gusta ese tipo de yoga.

• O quizás hay un evento y te piden una clase a cambio de difusión y exposición de tu trabajo...

Si has contestado sí a alguna o varias de estas preguntas dejame decirte que no estás solx y que a más del 90 por ciento de los maestros les ha sucedido esto alguna vez.

Lo que más me preocupa de esta situación es que alguna o mucha veces hayas accedido a esto pensando que por dar estas clases sin un remuneración, seguramente sí se inscribirán a tus clases, o que seguramente mi estilo de yoga sí les va a gustar, o con esta clase me voy a hacer famoso en este evento y seguro tendré más alumnes e invitaciones para enseñar lo que hago.

Pero la realidad de que todo esto suceda con una sola clase es muy improbable.

Como guías de yoga nos puede costar trabajo ver nuestras clases como un producto, ya que creemos que el yoga al ser un camino espiritual está peleado con el dinero, pero no es así mis maestros estrella, nos es así.

Nuestro trabajo tiene el mismo valor que otros servicios, y merecemos ser recompensados por nuestro tiempo, nuestra sabiduría y nuestra maestría para enseñar algo.

Vivimos en un mundo capitalista donde nos guste o no, el dinero es la forma principal de intercambio, por otro lado, también ten en cuenta que cuando te piden clases gratis, esa persona o ese estudio, no es tu cliente ideal, ya que estoy segura que cuando te pregunten cuáles son tus honorarios, pondrán todos los pretextos para pedirte descuento o decirte que si pueden empezar con una paga baja y conforme crezca el grupo te la van a incrementar…

Aquí me gustaría agregar lo de las clases gratuitas en instagram, durante la pandemia muchos maestres y me incluyo aquí, dimos clases gratuitas o por donativo. A mi no me resultó del todo bueno y aprendí (afortunadamente) rápido y dejé de regalar mis horas de trabajo o pedir lo que la gente quisiera dar, porque al final decidieron no dar nada.

Llegué a pensar que mi trabajo no era valioso y por eso la gente no daba nada. Me senté en silencio y después de recapacitar me di cuenta que el valor me lo pongo y me lo doy yo.

Es duro lo que te voy a decir a continuación pero: Cada vez que tú regalas tu trabajo lastimas la economía de tus compañeros maestres, porque todes trabajamos duro para recibir una paga y un merecimiento. La gente está acostumbrada a tomar ventaja y utilizarán todos los medios para no darte lo que pides, pero merecemos un pago.

Recibir tu pago en forma de moneda es un intercambio energético, es una forma de recibir amor y una forma de sentirnos apreciadxs y respetadxs por lo que hacemos. Recibir un pago es asignarle un valor a tu trabajo y reconocer que eres un ser abundante y maravilloso, es una forma de vibrar en una frecuencia alta.

Por otro lado, debemos enseñarle a la gente que las clases de yoga son una inversión para su bienestar, como lo es hacerte un chequeo médico, comer sano etc…

Yo le digo a la gente que lo piense así: No vas a un restaurante y pides un platillo gratis para ver si te gusta la comida, ni vas a un doctor y pides una cita gratis a ver si te gusta como te atiende el doctor o si el diagnóstico es lo que esperabas! Pues es lo mismo con las clases de yoga.

Aquí agrego un pensamiento que tuve cuando empecé a analizar este artículo de blog: La gente que está interesada en su bienestar, busca dónde y cómo hacerlo y está dispuesta a invertir en ello, porque sabe lo valioso que es el vivir bien. Yo soy un claro ejemplo de ello y déjame contarte una anécdota: Una vez yo no me sentía bien emocionalmente y una amiga me recomendó una gran terapeuta, pero sus honorarios eran altos, y con mi sueldo de maestra de Yoga, digamos que estaba bastante fuera de mi presupuesto, aun así busqué la forma de apretar un poco mi bolsillo con tal de obtener la ayuda que necesitaba, créeme que no era fácil para mí conseguir el dinero para pagar mis sesiones semanales, pero lo logré y con su ayuda mi familia, mi trabajo y yo, nos beneficiamos.

Les maestres invierten tiempo, esfuerzo, dinero e incluso su salud física para aprender a mostrar/enseñar asanas, meditación o filosofía. Mostremos respeto hacia nuestro propio trabajo diciendo NO DOY CLASES GRATIS O CLASES MUESTRA! Honra y respeta a tus compañeros maestres, pero sobre todo, honra y respetate a tí misme pidiendo un pago por la energía que das.

Enseñemos amor, respeto y compasión desde la línea más alta del tapete, pidiendo una remuneración por nuestras clases.

Con amor, magia y poder Liss Puerto.