Emprender en Yoga: Una Travesía de Crecimiento y Gratitud
Maria Limón
Iniciar un negocio en el ámbito del Yoga no es siempre la romántica aventura que imaginamos, pero, indiscutiblemente, es un camino repleto de recompensas y desarrollo personal.
Mi nombre es María Limón. Hace casi una década,fundé Maia Yoga junto con una amiga. Pasé de la ingeniería al yoga como muchos de nosotros, las experiencias duras y tristes de la vida me acercaron a este camino y para mí fue la mejor terapia. Esta poderosa experiencia me impulsó a compartir el regalo del yoga, con mucha ilusión de compartir lo que a mi me ayudó a sobrellevar mi depresión.
Gestionábamos nuestro centro con los medios que teníamos: listas de asistencia manuales y finanzas apuntadas en libretas. Ya en esos momentos, anhelaba un sistema eficiente de gestión y administración, pero las opciones disponibles eran inasequibles o inadecuadas para una pequeña escuela de yoga.
Desde ese entonces ya soñaba con tener un sistema de control de asistencias y administración, pero nada de lo que encontraba funcionaba para una escuela de yoga pequeña, lo que podía adaptarse un poco a cubrir nuestra necesidad era muy caro y más bien nosotras teníamos que adaptarnos a la “solución”.
Con la pandemia llegaron dos años muy difíciles, como todos, tuvimos que migrar a dar clases en línea, nos despedimos de nuestro espacio físico con mucha tristeza e incertidumbre. Entonces aprendimos una leccion muy valiosa: Que el universo nos da siempre lo que necesitamos, no lo que queremos.
Cuando el mundo se reactivó, con los pocos alumnos que quedaban y esta vez sin mi socia, decidí volver a abrir un espacio físico. Claro que da más miedo hacerlo sola, pero a la vez es muy emocionante.
Fue volver a empezar y esta vez estaba decidida a tener una plataforma que me ayudara en la administración de mi estudio. Estoy feliz y agradecida de haber encontrado Tribu porque por fin encontré lo que busqué por años, ahora se perfecto cuántos alumnos tengo, puedo controlar asistencias con diferentes paquetes y me simplifica muchísimo el trabajo administrativo.
A dos años de volver a empezar, hoy Maia Yoga es una comunidad sólida y en crecimiento, Tribu ha contribuido en gran medida a nuestra consolidación.
Quiero cerrar diciendo a todos los maestros que me leen y que están pensando en emprender en este mundo maravilloso que lo hagan, que se atrevan a dar ese gran paso, pero que lo hagan siempre con apoyo de alguna herramienta que les ayude con la administración de su negocio: Empezar chiquito no significa que no tengas que saber cuántos alumnos tienes ni cuántos ingresos tienes al mes. Puede que pienses que nada que ver el yoga con tener estadísticas de tu emprendimiento pero si quieres crecer y tener éxito como emprendedor es importantísimo que lleves una buena administración, además claro de todo el valor que aportas como maestro de yoga.
El aprendizaje más grande que he tenido en estos diez años es que todo es perfecto tal y como llega: no me tiene que gustar, ni todo se ve como un “gran éxito”. Aquello que parece un fracaso es una oportunidad para ver y buscar otra perspectiva. Si no nos atrevemos a salir de nuestra zona de confort lo único que aseguramos es quedarnos estancados, así que hoy agradezco al universo por tener una comunidad hermosa.
Gracias a Tribu por existir y por estar en mejora continua. Gracias a ti por leerme. Espero que mi experiencia sirva de inspiración o de ayuda a quien lo esté buscando. Por último, gracias Yoga por ayudarme a vivir presente y en amor.
Encuentra a Maia Yoga en Instagram @maia_yoga
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