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Desarrollé un complejo de gurú 😬 y esto es lo que me enseñó.

Con el permiso escrito de la maestra y autora Tori Lunden, hemos traducido para compartir con la comunidad de Tribu su artículo: "Desarrollé un complejo de gurú y esto es lo que me enseñó." Extracto de su libro: "De cómo no enseñar yoga: Lecciones sobre límites, responsabilidad y vulnerabilidad - Aprendidas de la manera difícil."

Tori Lunden
Tori Lunden

Tori Lunden

Desarrollé un complejo de gurú 😬 y esto es lo que me enseñó.

La primera clase de yoga que enseñé fue en un ashram en Rishikesh, India. Lo sé, qué auspicioso. Acababa de terminar mi primera formación como profesora de yoga y, por invitación del Swami, estaba enseñando karma (yoga gratis) por un mes. Quería ser buena en eso. estaba obsesionada con ser buena en eso. En mi mente, había sido una de las mejores estudiantes en la capacitación y por eso mis expectativas sobre mí misma eran altas y poderosas. Sin embargo, había un problema: casi no tenía idea de lo que estaba haciendo. Cualquier nuevo maestro de yoga va a fallar un poco y yo lo sabía, pero realmente no quería que fuera así. De lo contrario, podría no ser tan especial como pensaba. Entonces, cubrí mi falta de conocimiento y la vergüenza posterior con lo que desde entonces llamo "Armadura de profesor de yoga". Básicamente, era súper encantadora y pretendía estar semi-iluminado. Solo semi porque acababa de empezar a enseñar y quería seguir siendo algo humilde.

No hizo falta mucho tiempo para ser una falsa gurú. Muchas personas asumen que, como profesores de yoga, ya tenemos algún tipo de línea directa con la verdad universal. Dar un paso adelante en la enseñanza como lo hacemos nosotros es fácil. Actuar como un ser omnipotente que sabe que el secreto del cosmos nos sucede casi sin pensarlo ni planearlo, fluye de una manera casi automática.

Diría lo menos posible y mantendría mis respuestas vagas a cualquier pregunta, pero en apariencia profundas. Desarrollé el hábito de hacer un contacto visual significativo y alegre con todos. Estaba distante de mis alumnos, por lo que nunca llegaron a conocerme realmente, pero al mismo tiempo hablaba sobre el amor y la conexión todo el tiempo. Mostré vulnerabilidad a veces, pero sólo cuando sirvió al propósito de hacer que la gente me quisiera más. ¿Por qué hice todo esto y cómo supe hacerlo? Bueno, había visto a otras personas que parecían iluminadas actuar de esta manera durante años, así que eso fue lo que hice. La peor parte es que mientras pude mantener el papel, funcionó. Funcionó muy bien.

En esta, la etapa más esotérica de mi viaje de yoga, enseñé mucho sobre chakras, sonidos curativos y mantras. Yo era, en el mejor de los casos, una novata en todas estas áreas, pero me encontré rellenando fácilmente y casi sin esfuerzo los bordes de mi conocimiento con un toque espiritual. Este “relleno” se puede hacer con cualquier cosa, por cierto, pero parece ocurrir más fácilmente en las prácticas de yoga basadas en la energía. Y, Señor, ten piedad, lo hice. Cuanto más embellecía los espacios de mi ignorancia, más mis estudiantes -en su mayoría occidentales- parecían pensar que tenía algo especial. Después de un tiempo, comencé a creerlo yo también; créeme: La línea entre la fe en uno mismo y el autoengaño es más delgada de lo que se puede suponer.

Recuerdo a un chico que me pidió un sonido personalizado para curar su chakra de la garganta y le di uno, intuitivamente. Tal vez funcionó para él y tal vez no, pero eso no niega el hecho de que yo, más o menos, lo inventé en base a un mes de estudio, alguna jerga que suena genial y la creencia de que se me permitió hacer esto porque yo era yo. Un día, un par de estudiantes occidentales me encontraron en la calle y me hicieron una reverencia. Bueno, se balancearon un poco en un saludo respetuoso. Pero en mi cabeza, se inclinaban ante mí, una manifestación de la dicha celestial, que les estaba mostrando el camino hacia la libertad y el amor. No estoy exagerando. Coloca a una persona perdida e insegura en una vaga posición de poder y se la comerá como hamburguesas sin carne, sin lácteos y sin gluten.

Lo falso siempre se derrumba

Esto nos lleva a la conclusión de mi historia de pseudo-gurú: me enfermé. Bueno, en verdad tuve una mala experiencia con mi práctica de Kundalini como principiante que dejó mi sistema nervioso hecho jirones, pero en aras de la brevedad, llamémoslo enfermedad (sí, definitivamente estaba enseñando algo de Kundalini Yoga cuando esto sucedió y segui haciéndolo después). Se supone que los profesores de yoga no deben enfermarse. Tenemos súper poderes espirituales que nos protegen contra eso, ¿no es así? No podía decirles a mis alumnos lo que estaba pasando, habría roto la fachada que había trabajado tan duro para crear, así que traté de mantenerlo en marcha.

No era realmente consciente de este engaño, solo estaba haciendo lo que pensaba que todos los profesores de yoga debían hacer y esperaba que nadie se diera cuenta. Eventualmente, inevitablemente, lo hicieron. Sin mis encantos etéricos y mi pseudo-sabiduría para sentirme bien, la asistencia a clase disminuyó y, a finales de mes, me quedé con tres regulares semi-entusiastas cuya asistencia, sospecho, se basaba principalmente en que la clase seguía siendo gratuita. Estaba convencida de que había fallado en mi primera prueba como maestro: la falsa iluminación. También estaba resentida con mis alumnos por no apreciar la cantidad de energía que había puesto en mi actuación. Entonces, cuando dejé el ashram, dejé de enseñar y practicar por completo hasta que sentí que tenía la fuerza para una vez más, "fingir hasta que lograrlo".

Manipulación -VS- Enseñanza

Creo que el mayor desafío para todos los maestros de yoga de hoy en día es diferenciar entre enseñar y manipular. Los estudiantes a menudo colocan inconscientemente a los maestros en pedestales como si tuviéramos todas las respuestas, pero eso no nos da licencia para usar ese concepto erróneo en nuestro propio beneficio, sin importar cuán fácil sea hacerlo.

Parte de vivir en sociedad es tener influencia sobre otras personas y que otras personas tengan influencia sobre nosotros. Este toma y daca es parte de interacciones sociales saludables. La manipulación es una influencia que solo fluye en una dirección y es principalmente para el beneficio del manipulador. Cuando manipulamos a alguien, lo empujamos a cambiar sus percepciones y/o comportamientos mediante el uso de engaños mentales y emocionales. En pocas palabras, como maestra, fue juego de lograr que las personas hicoeran lo que yo decía en lugar de ayudarles a discernir lo que era mejor para ellas. No se estaba tratando de educar o empoderar, sino de mantenernos al control de otras personas. Mi armadura de profesora de yoga se sentía muy segura porque me daba una influencia indiscutible sobre todos en la clase.

Las semillas de los comportamientos manipuladores generalmente se siembran cuando éramos niños tratando de satisfacer nuestras necesidades emocionales. No hay vergüenza en eso: obtener atención y afirmación a una edad temprana es una cuestión de supervivencia. Luego crecemos y para algunos de nosotros estos patrones de comportamiento se mantienen aunque ya no los necesitemos. Se puede decir mucho más sobre cómo y por qué desarrollamos comportamientos manipuladores y qué hacer al respecto, pero eso está más allá del alcance del trabajo que estamos haciendo aquí. Existen amplios recursos disponibles si deseas investigar más, solo asegúrate de verificar las calificaciones de quien provee la información. (Sí, las personas pueden manipular mientras aparentemente educan sobre la manipulación).

La forma más común de manipulación que vemos en los entornos de yoga es el carisma. Yo lo llamo "luz de manipulación". Es un pequeño baile que hacemos con las personas para que sonrían y se sientan bien consigo mismas y, por ende, con nosotros. Es un yo calculado que mostramos para gustar y obtener lo que queremos (clases llenas, elogios, dinero, tú eliges). También aumenta la probabilidad de que las personas confíen en nosotros y crean que lo que les decimos es verdad. Puede ser tan fácil como tener siempre una broma rápida para hacer reír a los demás o tan calculado como recordar un detalle sobre la vida personal de alguien para que podamos mencionarlo más tarde y demostrarle que nos importa.

Como maestros, todos usamos el carisma en diversos grados para involucrar a las personas en nuestras clases. Es una diversión inofensiva cuando se mantiene bajo control y no se convierte en la base de nuestra metodología de enseñanza. Donde el encanto comienza a volverse peligroso es cuando lo usamos sin autoconciencia o límites y dejamos que esa sensación de helado pegajoso supere nuestro buen juicio. Es fácil decir que nunca haríamos eso, pero a todos nos encanta la atención, nos encanta que la gente piense que somos un hit y nos encanta que nuestras clases estén llenas. La manipulación y el encanto son la ruta más fácil para lograr todo esto. Puede que ya no haga el papel de gurú, pero todavía me controlo regularmente para asegurarme de que no estoy usando el encanto humorístico en lugar de una enseñanza sólida.

El carisma, las personalidades falsas y la pseudo sabiduría que juega con las emociones de las personas para cubrir la falta de conocimiento real, son sólo algunas de las formas en que la manipulación puede desarrollarse en los entornos de yoga. Detectar comportamientos manipuladores en nuestra propia enseñanza puede ser complicado. También se necesita una enorme cantidad de coraje.

Un signo revelador es que nos gusta mantenernos de alguna manera por encima o separados de otras personas en la clase/comunidad y las situaciones que pueden hacernos parecer humanos vulnerables son algo que debe ocultarse o encubrirse con retórica espiritual. Otra señal es que, a medida que las personas progresan en su práctica, parecen volverse más dependientes de nosotros para obtener respuestas. Este comportamiento dependiente es común en los estudiantes cuando, como maestros, lastimamos o agitamos sus emociones a propósito con el pretexto de enseñarles algo. Esto a veces se llama "decir la verdad" o "amor duro". Pero no es ninguna de las 2.

La verdad es que muchas personas son muy susceptibles, sin saberlo, a ser manipuladas. Me ha pasado muchas veces en círculos de yoga/espirituales; no es algo de lo que avergonzarse. Las personas a menudo acuden al yoga en busca de algo que les falta en sus vidas. Una manera fácil de llenar ese vacío existencial es que alguien en una posición de autoridad le diga que es una buena persona y que pertenece a algo. Entonces, el punto de su yoga se vuelve menos sobre su aprendizaje y práctica personal, y más sobre cambiar para cumplir con las expectativas del maestro para que puedan continuar perteneciendo.

Tomemos un momento para volver a leer esa oración, porque es una locura. Entonces, el punto de su yoga se vuelve menos sobre su aprendizaje y práctica personal, y más sobre cambiar para cumplir con las (nuestras) expectativas del maestro para que puedan continuar perteneciendo. La gente a menudo confunde esta aceptación condicional y sumisión con una profunda conexión personal con el maestro. (😧) Esto es lo mas alejado posible de una conexion: la manipulación es lo opuesto a la conexión. Recuerda, se supone que la influencia saludable va en ambos sentidos. Esta dinámica impulsada por la dependencia es la razón por la cual la manipulación es tan efectiva para llenar una habitación. Dale un pescado a un hombre y comerá un día, haz que un hombre piense que te necesita para comer y lo tendrás enganchado a ti de por vida.

El "Bypass" Espiritual

Es difícil no querer ser el maestro con todas las respuestas, y la forma más rápida de sentirse como ese maestro es fingir.

El dominio de cualquier cosa requiere conocimiento tanto teórico como experiencial (saber algo y luego intentar repetidamente aplicarlo a situaciones de la vida real). La premisa es que leemos o escuchamos enseñanzas destinadas a guiarnos e inspirarnos; luego tomamos este conocimiento teórico y tratamos de ponerlo en práctica y vemos qué sucede; así es como adquirimos conocimiento experiencial. Al hacerlo, aprendemos mucho más de lo que la enseñanza teórica por sí sola podría decirnos.

Lo que puede suceder y sucede a menudo es que nuestro deseo de progresar puede hacer que pasemos por alto el aprendizaje/praxis experiencial e ir directamente a un punto final imaginado basado únicamente en el conocimiento teórico.

Eludir espiritualmente es fácil de juzgar y aún más fácil de hacer. Para muchos de nosotros, fue cómo nos enseñaron a practicar y enseñar. Nuevamente, la forma más fácil de sentirse como un buen maestro es actuar de la manera en que creemos que actuaría un buen maestro de yoga; etérea, tranquila, compasiva, desapegada, sabia… (ya conoces la imagen). El problema con este enfoque es que no hemos hecho suficiente del trabajo previo requerido para lograr realmente estos estados. Solo estamos adivinando cómo se ven/sienten en función de una imagen: esto es una Bypass espiritual. Y es casi imposible meterse en el personaje sin actuar como un idiota.

Por ejemplo, cuando un alumno dice algo como: "La forma en que enseñas no respeta mis necesidades como persona gorda", y el maestro responde: "Necesitas dejar de lado esa identidad basada en el ego, todos somos uno y el mismo", el maestro está usando el bypass espiritual para evitar enfrentar una crítica válida. Una vez le dije a un maestro: "Estoy pasando por un momento muy difícil en este momento", y él respondió: "Esa es solo la percepción de tu mente, necesitas estar más en tu cuerpo y menos en tu cabeza." ¿Ves cómo funciona? Usando un bypass espiritual para cerrar el diálogo no deseado sobre todas las cosas incómodas que no podemos abordar con nuestros conocimientos actuales, ¿alguien?.

Toda la confusión, el fracaso y el esfuerzo que pasamos por alto cuando hacemos bypass, es el requisito previo que en última instancia nos califica para enseñar. Mi ejemplo favorito es, "Déjalo ir". Dejar ir algo es un proceso orgánico que ocurre como resultado de nuestro trabajo de sanación personal (muchas, muchas maneras de hacerlo). Dejar ir como una acción de elusión independiente suele ser simplemente una negación bien intencionada. Esta es una gran solución a corto plazo, pero no nos lleva a ninguna parte a largo plazo. Lo cierto es que lo que evadimos comienza a sumar y acabará por pesarnos. Si lo hacemos como maestros, el peso de fingir puede volverse muy pesado y manifestarse como intimidación, desilusión, síndrome del impostor y una serie de otros comportamientos problemáticos.

Creo que esta falta de conocimiento experiencial es la razón por la cual el desvío y la manipulación a menudo se ven juntos: usamos uno para compensar al otro. Es un paquete que puede venderse bien por un tiempo, pero, en el fondo, sabemos que las ventas dependen de que mantengamos nuestra encantadora armadura de gurú y que nunca se nos vea por lo que somos. Esa es una carga horrenda de llevar. El Bypass sigue siendo popular porque muchos de nosotros simplemente no lo sabremos hasta que lo sepamos. Nuestros maestros nos enseñaron a hace Bypass como un deber espiritual y así lo hicimos, sin darnos cuenta de las consecuencias.

Creo que, hasta cierto punto, eludir es una fase natural del yoga. Comenzamos con altos ideales intelectuales y con el tiempo y la práctica esto se refina en algo más basado en la experiencia; esto se llama integración. La enseñanza sabia requiere integración, y la integración solo es posible cuando dedicamos tiempo a aprender y practicar sin el impulso inmediato de enseñar nuestras suposiciones iniciales. La sabiduría no se da, se gana.

Ser exótico o ser legítimo

Esta sección está dirigida a mis compañeros profesores de yoga no indios. Si caes en esta categoría y estas en contra del uso de prácticas sagradas de otras culturas, déjame decirte que "Conozco el sentimiento". Si caes en esta categoría y tus practicas no dogmaticas te posicionan en un aliado para la iluminacion de los pueblos, déjame decirte: "Conozco el sentimiento". Si nuestro objetivo es ser profesores de yoga de mente abierta dispuestos a ver verdades que difieren de las nuestras, recomiendo permanecer en algún lugar entre estas dos posiciones; requiere un poco más de reflexión, pero vale la pena.

La discusión sobre las raíces del yoga y cómo respetarlas y al mismo tiempo permitir la innovación y la evolución sería un libro en sí mismo, y se han escrito algunos realmente geniales sobre esto. No voy a entrar en los puntos más finos de lo que es y no es apropiación cultural aquí; Prefiero darte enlaces a profesores que han hecho de este tema el centro de su trabajo. Lo que compartiré es mi definición favorita de apropiación cultural: “Usar la sabiduría de los mayores sin tener en cuenta a sus descendientes” . Básicamente, utilizar la sabiduría/prácticas/nombre del yoga (o cualquier cultura, religión o filosofía) mientras consciente o inconscientemente creemos que somos de alguna manera mejores que los indios.

El problema con la versión temprana de mí no era que yo fuera una chica blanca que enseñaba una antigua religión india, sino que estaba eligiendo las partes que me gustaban y hacía lo que quería con ellas para mi beneficio personal.

Me salí con la mía porque estaba enseñando a personas que sabían aún menos sobre hinduismo y yoga que yo. Lo hice porque usar los aspectos más llamativos de la cultura india y el hinduismo me hizo sentir como un yogui legítimo. Es muy parecido al bypass espiritual; Obtuve la sensación de yogui sin hacer el trabajo experiencial y, en el proceso, perdí el punto. El problema no estaba conmigo, o con el contenido, sino con mi enfoque frívolo del contenido. Mirando hacia atrás, estaba emocionada de pertenecer a algo significativo, algo con profundidad, y por eso actué, me vestí y enseñé de una manera que pensé que demostraba mi pertenencia. Y si bien estos simbolos y comprtamientos engañaron a personas que sabían menos que yo, su uso alieno e irrespeto a los miembros de la cultura de la que fueron tomados.

Otra ilustración de este comportamiento es que después de que dejé el mantra como práctica personal, continué cantándolo al final de mis clases. Bromeé con mis amigos diciendo que era un "seguro" en el sentido de que, incluso si a alguien no le gustaba mi clase, mi dulce voz cantándoles en un idioma antiguo aseguraría que se fueran pensando que sabía lo que hacía. En retrospectiva, a menudo hago bromas sobre cosas que aún no estoy lista para admitir.

Las prácticas espirituales aparentemente “exóticas” pueden ser como una carta de triunfo en el sentido de que cualquier persona que no conozca las tradiciones por lo general asumirá que como maestros, sabemos cómo usarlas y que nos hemos ganado el derecho de hacerlo. Es muy facil.

Esta es una de las razones por las que la apropiación cultural es tan ofensiva; no es solo tomar prestado lo sagrado, es distorsionarlo con un motivo oculto (posiblemente inconsciente). Nuevamente, no estoy diciendo que la práctica de yoga o cualquier tradición espiritual indígena sea apropiativa por defecto, estoy diciendo que aclare por qué está practicando de esta manera y busque el impacto que esta práctica tiene potencialmente en la cultura en la que se encuentra. originada.

Recomiendo encarecidamente dos compromisos aquí:

  1. Trabaja en la investigación de qué es la apropiación cultural, qué no es y la multitud de problemas que existen bajo este título, que a veces se usa en exceso. Con eso me refiero a leer múltiples opiniones y definiciones con las que se esté de acuerdo y en desacuerdo y piensa en lo que lees. Al igual que el yoga, no se trata de encontrar una respuesta correcta, se trata de conocer más perspectivas.

  2. Encuentra un guía calificado que te ayude a comenzar a hacer el trabajo interno de descubrir tus prejuicios personales, suposiciones, estereotipos, etc. y sentir todas las emociones que eso conlleva. Esta segunda mitad es absolutamente necesaria para que esta información (teórica) se convierta en un cambio de perspectiva (experiencial). Sin esta segunda parte, es probable que caigamos de nuevo en modo de bypass y corramos el riesgo de volvernos cerrados de mente por el bien de la comodidad personal o usar esta nueva información como un sistema de puntos que podemos usar para sentirnos superiores y controlar a los demás.

Autoreflexión

Tu historia: ¿Alguna vez has fingido?

¿Estás o te has suscrito alguna vez al modelo (occidentalizado o tradicional) de enseñar o aprender yoga? Como fue la experiencia? 🙄

¿Alguna vez has usado una personalidad falsa como maestrx? ¿Fue una "armadura" de profesor de yoga o algún otro método? ¿Cuáles fueron tus motivaciones? ¿Hasta qué punto fue problemática esta situación? ¿Hasta qué punto fue beneficiosa?

¿Te confías de tu carisma como profesor? ¿Cuánto y en qué situaciones dependes más de él? ¿Por qué crees que lo haces? ¿Quién serías sin esto?

¿Alguna vez te has dado cuenta de que estás “rellenando los bordes” mientras enseñas? ¿Cuándo y cómo sucede? ¿Por qué crees que sucede?

¿Alguna vez has sido manipuladx por un maestrx o ha sido testigo de cómo le sucedió a otra persona? ¿Cómo te diste cuenta de lo que estaba pasando? ¿Cómo te afectó eso?

¿Utilizas objetos sagrados, lenguaje y/o prácticas de culturas distintas a la tuya cuando enseñas? ¿Cuál es tu propósito al hacerlo? ¿Cómo te aseguras de respetar estas prácticas, en lugar de simplemente apropiarte de ellas y beneficiarte de ellas? ¿Cuál es tu reacción al leer estas preguntas?

¿Qué preguntas tienes sobre la apropiación cultural? ¿Estás dispuestx a dedicar tiempo a investigar para encontrar respuestas por ti mismx? ¿Por qué sí o por qué no? Sé tan honesto contigo como puedas acerca de tus motivos para hacerlo y explora sus orígenes.

¿Cómo se aplica la idea de "gurudom" a las nuevas tendencias en yoga, como la autoayuda, el entrenamiento de vida y la ciencia del movimiento? ¿Cómo se puede jugar la manipulación y el juego del gurú en estas áreas?

¿Algún otro aspecto de falsificación, manipulación, elusión, apropiación que quieras analizar? Haz el ejercicio!

De "Cómo no enseñar yoga: Lecciones sobre límites, responsabilidad y vulnerabilidad - Aprendidas de la manera difícil" por Tori Lunden. Traducido por Melisa Redondo con la autorizacion de Tori.

Sigue a Tori Lunden en Instagram: @badatyoga Y visita su página web: www.torilunden.com Adquiere su libro aquí De cómo no enseñar yoga: Lecciones sobre límites, responsabilidad y vulnerabilidad - Aprendidas de la manera difícil.

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